Son muchos los pilotos de cualquier disciplina automovilística que han perdido la vida en accidentes durante las carreras que disputaban. Probablemente, el más sonado sea Ayrton Senna, el último piloto de F1 en fallecer en un accidente durante la competición. Él no fue el único ni el último, pues antes que él murieron algunos como Wolfgang von Trips, Jim Clark o Alfonso de Portago. Entre Senna y los nombrados existe una gran diferencia con Carlos Pardo, pues estamos en el siglo de la información y las nuevas tecnologías, donde no debería morir nadie por desempañar su trabajo.
La muerte del piloto mexicano se pudo evitar de no ser por el choque contra el muro que delimitaba la entrada a boxes. Si dicho muro no hubiera estado colocado de aquella manera, probablemente no hubiera muerto, aunque eso nadie lo sabe. Realmente, se juntaron diversos factores, de los cuales nadie es responsable pero todos se responsabilizan. A lo mejor si no hubiese ido a 220 Km/h o el piloto que le precedía no le tocara, tampoco se hubiera producido el accidente.
No quiero culpabilizar a nadie, aunque habría que tomar cartas en el asunto para que no se vuelva a repetir el suceso.
Cuando un piloto se sube al coche, se está jugando la vida y la de los demás por mucha seguridad que haya. Los circuitos tienen que ser más seguros y la mayoría deben ser remodelados y actualizados a los tiempos que corren.
Esto es una reflexión personal y me gustaría que diérais vuestra opinión.
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