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martes, 31 de mayo de 2011

La historia se repite, o tal vez no.


Cuando en el año 2004 Michael Schumacher dominó de cabo a rabo el campeonato del mundo de F1, gracias a mi joven ignorancia pensaba que nunca jamás volvería a vivir una temporada tan sumamente decidida desde el comienzo, o por lo menos que tardaría bastantes años en volver a verla. La temporada 2004 fue la primera que seguí al completo, y a mis nueve años pude comprobar con mis propios ojos la supremacía arrolladora de Ferrari, y del trío formado por Jean Todt, Ross Brawn y Michael Schumacher, aunque gran parte del éxito fuese gracias al trabajo de Rory Byrne, creador del temible F2004.

Cada carrera que pasaba esperaba que Schumacher tuviese problemas en su coche y que así otros pilotos pudiesen optar a la victoria, como Montoya, Ralf Schumacher, Button, Raikkönën, Coulthard, Trulli o Alonso, entre otros, pues estos eran los que más papeletas tenían para doblegar a Schumi a comienzos de año. Por desgracia para mí, el entonces seis veces campeón del mundo ganó las cinco primeras carreras del año y logró cuatro Pole Position de cinco posibles. El 'Kaiser' se acercaba hacia su séptimo título mundial a pasos de gigante, y estaba claro que a ese ritmo, en verano el campeonato estaría sentenciado, como así fue. Pero no sólo el campeonato de pilotos, también el de constructores, pues junto con Rubens Barrichello, Ferrari consiguió tres dobletes en esas cinco primeras carreras.
Este año, Sebastian Vettel ha ganado cinco de seis carreras, acabando segundo en la que no ganó, la del GP de China. Ha conseguido cinco de seis Pole Position, y junto con Mark Webber, Red Bull ha logrado un doblete y sigue líder del campeonato de constructores. Este año nadie hace sombra a Red Bull, al igual que nadie hizo sombra a Ferrari en 2004. Está claro que existen ciertas coincidencias, aunque no todo sea calcado. La historia parece querer repetirse.

Parecía que Ferrari iba a ganar todo cuanto pudiese en 2004 y que Schumacher no dejaría escapar ni una sóla oportunidad, pero el gran circo llegó a Mónaco. Jarno Trulli colocó su Renault en la Pole Position, mientras que Schumi se tuvo que conformar con la cuarta posición. En carrera fue incapaz de aprovechar el liderato momentáneo de la carrera al entrar Trulli en boxes y accidentarse Alonso en el túnel. En la última vuelta del Safety Car en pista, en el mismo punto del túnel donde Alonso chocó su R24, el alemán hizo lo propio tras una embestida de Montoya, precedida por una pasada de frenada al calentar los neumáticos Bridgestone del Ferrari. Michael Schumacher salió del túnel con el morro destrozado y con la suspensión totalmente doblada hacia afuera. Por suerte pudo llegar hasta el garaje, donde consumó su único abandono de la temporada. Este año, el gran circo llegaba a Mónaco, y muchos creíamos en un más que posible abandono de Sebastian Vettel, o 'baby schumi' como algunos periodistas tratan de llamarle. Pero no, como en las cinco primeras carreras de 2004 hizo Michael Schumacher, el Gran Premio de Mónaco fue ganado de cabo a rabo por Sebastian Vettel, con el mejor coche de la parrilla, al igual que el de Schumi hace siete años. Pero eso no le quita mérito a la victoria.

Ahora bien, ¿que camino tomará el campeonato a partir de ahora? Si el destino es repetir la temporada 2004, Sebastian Vettel podría proclamarse campeón del mundo en Italia o Singapur, como tarde, mientras que Red Bull podría hacerlo en Bélgica incluso. Ahora sólo quedaría saber si Vettel romperá el record de las 13 victorias de Schumacher en 2004, algo que si sigue al ritmo que creemos puede continuar, a buen seguro que lo hará.
Pero tal vez, el destino no sea repetir lo sucedido entonces, tal vez ocurra lo acaecido en 2009. Jenson Button dominó seis de las siete primeras carreras de ese año, suficientes para asegurarse el campeonato del mundo acabando en buenas posiciones el resto de carreras. También tenía el mejor coche y acabó ganando el campeonato con una carrera de antelación.

No sé que dirección tomará la historia, pero espero que Sebastian Vettel escriba la suya propia sin copiarse de nadie, y que demuestre si es que no lo ha hecho ya, la clase de piloto que es.
Como ya ocurrió con el trío ferrarista Todt-Brawn-Schumacher y el F2004 de Rory Byrne, quizás sea el trío Horner-Newey-Vettel y el RB7 quien domine de cabo a rabo este año, que será ya el segundo de una nueva era en la Fórmula 1, dominada por Red Bull.

1 comentario:

José Luis dijo...

Por lo que leo en el blog de alonso en la web de Ferrari, me da la impresión que al menos ellos "no tiran la toalla" para ganar carreras, pero el campeonato lo dan ya por perdido (es mi interpretación leyendo entre líneas).
Esperemos que para el 2012 haya al menos un aspirante con opciones a quitarle el título a Vettel.