Las revueltas populares a favor de la democracia que se están desarrollando en países árabes, desde que Túnez encendiese la mecha en enero, han hecho que la seguridad para viajar a esos territorios sea escasa, lo que ha provocado un gran descenso en el turismo, tanto en Túnez como Egipto, de momento los únicos países que han logrado suprimir la dictadura y que ahora se encuentran en plena transición para lograr la libertad. Precisamente, uno de los países en los que se están produciendo dichas revueltas es Bahrein, en el que en menos de un mes debería celebrarse la primera carrera del campeonato de Fórmula de este año 2011. La cuestión es si se celebrará la carrera, pues la seguridad en el país árabe, constituido bajo una monarquía hereditaria, ahora mismo es escasa. Bernie Ecclestone, la FIA y los organizadores de la carrera, ya han avisado de que si se produce el más mínimo problema en la garantía de la seguridad de todas las personas que viajan con la F1 o con todos los espectadores que vivirán la carrera desde el circuito de Sakhir, la carrera será suspendida. "Tomaremos una decisión rápidamente. Es una gran pena porque Bahrein ha trabajado muy duro para tener su Gran Premio, pero tenemos que ser conscientes de lo que está pasando. Lo vigilaremos cada día, así que podemos informar a los equipos tan pronto como sea posible", comenta Ecclestone.
Por su parte, los últimos comentarios oficiales de la FIA llegan de un portavoz que asegura al periódico The Guardian: "El plan para el Gran Premio es seguir adelante, pero nuestro principal preocupación siempre será la seguridad de los equipos y los espectadores".
Por el momento, este mismo fin de semana, se celebrará una cita de la GP2 Asia Series en el circuito de Sakhir. La celebración de las dos carreras de la antesala de la F1 sigue adelante, y el propio Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, ha comentado que ha llamado a los responsables del equipo Arden de la GP2 para que le informasen acerca de la situación en el país árabe, y por lo visto, no se han producido altercados importantes en las cercanías del circuito.
Por el momento, sólo cabe esperar para ver si las revueltas se solucionan pacíficamente, o que Ecclestone y compañía busquen una alternativa en menos de 15 semanas, tiempo necesario para que equipos, pilotos, televisiones, aficionados, etc. podamos prepararnos para disfrutar del mayor espectáculo del mundo.
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