El equipo Virgin ha realizado el primer test de su monoplaza en pista, después de la presentación del VR-01. Para ello se ha desplazado hasta el circuito de Silverstone donde ha comprobado el funcionamiento de todos los sensores y sistemas del monoplaza. El encargado de pilotar el Virgin VR-01 ha sido el conductor titular del equipo, Timo Glock, que ha realizado una serie de vueltas por el pequeño trazado interno del circuito inglés.
El director técnico de la escudería, Nick Wirth, declaró que las pruebas de verdad empezaron el viernes: “El programa en verdad comenzó el viernes, con un día completo de evaluación sobre la pista para Timo y Lucas di Grassi”. El coche parece realmente preparado: a principios de esta semana superó las pruebas de choque traseras impuestas por la Federación, que lo acreditan apto para competir en Fórmula 1: “Estamos encantados de haber superado la prueba de choque de la FIA”, aseguró Wirth. La gran curiosidad despertada por este coche es debida a que es el primer monoplaza en la historia de la F1 que se ha construido mediante la Dinámica Computacional de Fluidos (CFD, por sus siglas en inglés), gracias al trabajo de un superordenador que puede realizar varios millones de cálculos por segundo.
Durante toda la sesión la pista estuvo mojada, por lo que los mecánicos de Virgin montaron los neumáticos de lluvia. Además, pudimos ver el difusor, parecido al de Ferrari, aunque un poco más estrecho para canalizar mejor el flujo del aire.
Para que la FIA le concediese el permiso de rodar fuera de los tests, Virgin organizó una sesión fotográfica en pista con el coche, algo que la federación no puede negar.
A continuación tienen un vídeo con el shakedown del nuevo Virgin:
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