Los mejores pilotos de la historia de la F1: Stirling Moss

Aquí tenéis una nueva entrega de este reportaje. Con todos vosotros: Stirling Moss.

Stirling Moss nació en Londres (Inglaterra), el 17 de Septiembre de 1929.

Este joven inglés sorprendió a muchos antes de llegar a la Fórmula 1, y uno a los que sorprendió fue al legendario piloto de Grand Prix, Tazio Nuvolari, quien comentó, que Moss sería un gran piloto, y no le defraudó, ya que aunque debutó en 1951 a los mandos de un HWM sin conseguir buenos resultados, en 1954, adquirió un Maserati, coche con el que consiguió sus primeros puntos en el mundial. Al año siguiente, Mercedes le abrió las puertas del éxito, haciendo de escudero de Juan Manuel Fangio. Por supuesto Moss nunca se sintió inferior, y en el circuito de Aintree, en el Gran Premio de Gran Bretaña, batió al argentino y se adjudicó el Gran Premio de su país. Al final del año, terminó segundo en el campeonato, justo por detrás de Fangio.

Moss también ganó algunas carreras con vehículos Sport, y ese mismo año logró adjudicarse la complicadísima Mille Miglia, con un Mercedes Sport 300 SRL. También ganó en los 1000 kilómetros de Buenos Aires y en Nürburgring.

En 1956, fichó por Maserati, y al volante del coche italiano, venció en los Grandes Premios de Mónaco e Italia, aunque esto no le sirviera para ganar el mundial, que lo volvió a ganar Fangio.

Un año después corrió con el equipo inglés Vanwall, tal vez presionado por la prensa británica. De todas maneras, esta fue una decisión errónea, ya que ni consiguió batir a Fangio, ni ganar el mundial de pilotos. Aún así ganó en Gran Bretaña, lo que supuso un gran alegría para todos los ingleses, que veían como un piloto de su tierra, ganaba en Inglaterra con un coche nativo.

1958, fue un gran año para Moss, que ganó en cuatro grandes premios, los de Argentina, Holanda, Portugal y Marruecos. Aún así no pudo evitar que Mike Hawthorn se hiciera con el título.

Durante 1959 y 1960, se vio un Moss, muy poco combativo, probablemente por la desilusión de no ganar en 1958. Consiguió algunas victorias esporádicas, terminando tercero en el mundial en los dos años.

En 1961, no pudo hacer nada contra los todopoderosos Ferrari, y en 1962, sufrió el mayor accidente de su carrera en F1, en el circuito de Goodwood. El británico quedó aprisionado dentro del habitáculo del coche durante bastante tiempo, después de sufrir un fuerte impacto contra el muro de protección del circuito. Moss consiguió salvar la vida, pero no volvió a competir más.

Este fue el final de una gran trayectoria profesional, que terminó de la peor manera posible.